Ya sea por su crueldad o por sus características relacionadas con los vampiros han habido personas que se han ganado dicha fama, tal es el caso de Vlad Draculea, conocido como El Empalador príncipe de Velaquia. Otra es la condesa Elizabeth Báthory mejor conocida como La Condesa Sangrienta.
Han existido obras tan conocidas que sus personajes creados por sus autores se volvieron sumamente populares. Un ejemplo seria Drácula de Bram Stoker y otro la familia Cullen de Stephenie Meyer, en su obra Crepúsculo.
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