La descripción de estas criaturas varía de autor en autor y de mitología en mitología, la mayoría de estas características del vampiro contemporáneo, que incluso contradicen algunas características del vampiro tradicional original, provienen de la literatura, generalmente de la novela Drácula.
Se dice que fueron alguna vez humanos como cualquier otro, algunos, porque otros tenían los conocimientos para aplicar magia negra, pero ahora están en un estado intermedio entre la vida o la muerte, de ahí su aspecto básico y que se les llame no-muertos o re vivientes.
Entre los eslavos y pueblos de Europa del este, un cadáver desenterrado era considerado vampiro si notaban que sus uñas, pelo y dientes eran más largos que cuando había sido enterrado e incluso si presentaba un aspecto más saludable de lo esperado y si su cadáver no tenía signos de descomposición.
En Transilvania se consideraba que los vampiros eran flacos, pálidos, con largas uñas, largos y puntiagudos colmillos.
La tradición de Bulgaria sostiene que a un vampiro se le reconoce porque tiene un solo orificio nasal.
Algunas culturas sostienen que pueden transformarse en insectos, ratas, lobos o niebla, aunque la más popular es la de murciélago.
Se alimentan primordialmente de sangre aunque algunas leyendas sostienen que son antropófagos.
No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de alma.
Tienen intolerancia al ajo, algunas tradiciones sostienen que también pueden ser alejados con rosas silvestres.
Por su naturaleza demoníaca los vampiros no soportan símbolos cristianos como la cruz o el agua bendita y no pueden cruzar por terrenos consagrados como los de una iglesia.
Aunque en general los vampiros son débiles a la luz solar, algunas tradiciones sostenían que podían viajar a otro pueblo donde no fueran conocidos y llevar allí una vida como cualquier ser humano.
Algunas tradiciones sostienen que un vampiro no puede entrar a ninguna casa si no es invitado por el dueño, pero una vez que es invitado puede entrar y salir a placer.
En algunas zonas del este de Europa, se sostiene que un vampiro es un ser lujurioso y asalta a las mujeres vírgenes dejándolas embarazadas por lo que sus hijos se les conoce como dhampiros, como ya les mencioné anteriormente.
Tienen afinidad natural con la magia negra y concretamente con la necromancia, siendo capaces de dominarla que más que el hechicero más diestro, y algunas leyendas sostienen que pueden dominar mentes humanas a su antojo.
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