El origen del vampiro es casi tan antiguo como la humanidad misma, proviene de la misma necesidad de personificar uno de los arquetipos y también del miedo al que se ha tenido desde siempre a los instintos humanos reprimidos más primitivos, dichos instintos personificados en un solo ser lo representarían como “sombra”, por lo tanto era una representación del lado salvaje del hombre o su lado “bestial” y debido a las normas, era una criatura malvada y que desde siempre ha provocado miedo e inseguridad entre la gente.
Aunque en la actualidad el mito es una combinación compleja de varios temores y creencias humanas, que incluye el tradicional temor a los bajos instintos, la atribución a la sangre, que según las creencias es fuente poderío y vehículo del alma, el temor a la depredación, a la enfermedad o a la misma muerte en su expresión más común, que sería el cadáver, y claro no podía pasar por alto la fascinación temerosa por la inmortalidad.
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