Como ya les mencione antes, diversos autores toman algunas características tradicionales y otras las desechan, a veces tienden a crear otras, para personificar a sus personajes vampiro.
En la literatura del siglo XXI se abandona la tendencia tradicional de los vampiros como seres malignos, incluso, los vampiros son protagonistas y trágicos héroes. También el hecho de que se presentan relaciones amorosas entre vampiros y humanos, en lugar de la tradicional relación de enemistad.
En lo personal, creo que no deberían de tratar de “inmunizar” tanto al vampiro ni tampoco hacerlo tan bueno, estoy de acuerdo en que el vampiro es fuerte, pero mínimo debe tener algunas limitaciones. Si le quitan todo eso al vampiro, entonces sería igual al dhampiro y debe de haber una notable diferencia entre ambas especies. Aunque también estoy de acuerdo en que les quiten unas pocas limitaciones, como el rechazo a los ajos.
En la mayoría de los relatos se desechan el rechazo de los ajos y símbolos religiosos que los vampiros suelen tener ante estos.
Incluso la aversión a la luz solar entra dentro de las características desechadas, pero en la novela de Entrevista con el vampiro, escrita por Annie Rice, se exagera esa debilidad y sus vampiros se queman al instante de ser tocados por la luz solar.
Aunque los diversos autores han cambiado tanto a sus vampiros, estos siguen necesitando de la sangre.
Aunque hay una obra que no es propiamente literatura si no una serie de manga, creada por Kouta Hirano, en donde se sigue conservando la crueldad de los vampiros, e incluso se retoman elementos de la novela Drácula.
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