El Conde Drácula, personaje vampiro de la novela del mismo nombre, escrita por el novelista irlandés Bram Stoker. Estuvo inspirado en la figura del príncipe de Velaquia Vlad Tepes (Draculea o Drácula), el cual ya les mencione antes.
En la novela Drácula es el mismo príncipe, quien supuestamente renegó de su fe, haciendo un pacto con Satanás y al morir se convirtió en el vampiro que es.
El estereotipo de este vampiro es muy marcado, y de hecho es el estereotipo que siguen los vampiros posteriores, creados por otros novelistas, dibujantes de cómics, directores de películas de series etc.
En la novela figura como un elegante aristócrata, muy refinado y gallardo, según el cazador de vampiros Abraham Van Helsing, su gallardía es característica de quien fue en el pasado, tal y como lo dice el relato.
El vampiro es como cualquier ser maligno, con poderes sobre naturales, cruel, y con una naturaleza dispuesta a dañar a los seres humanos.
En el relato también se muestra que puede cambiar de forma a voluntad, niebla y murciélago, principalmente.
Al igual, aunque sus actividades son nocturnas, puede salir a la luz del sol y pacear como cualquier ser humano, solo que sintiéndose incómodo y está limitado por las capacidades humanas.
Tampoco puede entrar en ninguna casa sin ser invitado por su dueño pero una vez que es invitado puede entrar y salir cuando quiera.
En resumen Drácula tiene casi todas las características antes mencionadas y detalladas.
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